28 de julio: Reconocimiento del Agua y Saneamiento como Derecho Humano. Conoce los desafíos en ALC.


AUTOR: Marcelo Encalada
Director LatinWASH
Mail: mencalada@outlook.com
Tener acceso a agua potable segura y a saneamiento es una cuestión clave para vivir una vida en dignidad y defender los derechos humanos. No obstante, miles de millones de personas siguen sin disfrutar estos derechos fundamentales. Los derechos humanos al agua y saneamiento requieren que el agua potable, el agua para uso doméstico e instalaciones de saneamiento e higiene estén disponibles, accesibles, sean seguras, aceptables y asequibles para todos sin discriminación alguna. Esta cuestión afecta de manera desproporcionada a los miembros más desfavorecidos y marginados de la sociedad.
El acceso al agua potable y al saneamiento son derechos humanos reconocidos internacionalmente, derivados del derecho a un nivel de vida adecuado en virtud del artículo 11.1 de la Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución histórica que reconoce "el derecho al agua potable y al saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos" (A/RES/64/292). Además, desde 2015, la Asamblea General y el Consejo de Derechos Humanos han reconocido tanto el derecho al agua potable como el derecho al saneamiento como derechos humanos estrechamente relacionados pero distintos.
La Resolución exhorta a los Estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a propiciar la capacitación y la transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular a los países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos.
Desde entonces, Derechos Humanos de las Naciones Unidas continúa apelando a los Estados y a organizaciones internacionales a proporcionar recursos económicos, asistir en la construcción de capacidades y a suministrar tecnología para ayudar a los países, en especial a los países en desarrollo, para poder ofrecer agua potable y saneamiento seguros, limpios, accesibles y asequibles para todos.
El derecho internacional de los derechos humanos obliga a los Estados a trabajar para lograr el acceso universal al agua y al saneamiento para todos, sin discriminación alguna, dando prioridad a los más necesitados.
ASPECTOS CLAVES DE LOS DERECHOS HUMANOS AL AGUA Y AL SANEAMIENTO
El acceso a servicios de agua potable y saneamiento seguros, asequibles y fiables son derechos humanos básicos. Son indispensables para sostener medios de vida saludables y mantener la dignidad de las personas. Los derechos humanos al agua y al saneamiento son esenciales para erradicar la pobreza, construir sociedades pacíficas y prósperas y garantizar que "nadie se quede atrás" en el camino hacia el desarrollo sostenible.
Los elementos clave de los derechos al agua y al saneamiento son:
Suficiente. El abastecimiento de agua por persona debe ser suficiente y continuo para el uso personal y doméstico. Estos usos incluyen de forma general el agua de beber, el saneamiento personal, el agua para realizar la colada, la preparación de alimentos, la limpieza del hogar y la higiene personal. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), son necesarios entre 50 y 100 litros de agua por persona y día para garantizar que se cubren las necesidades más básicas y surgen pocas preocupaciones en materia de salud.
Accesibilidad: Las instalaciones de agua y saneamiento deben ser físicamente accesibles y estar al alcance de todos los sectores de la población, teniendo en cuenta las necesidades de grupos particulares, como las personas con discapacidad, las mujeres, los niños y las personas mayores. De acuerdo con la OMS, la fuente de agua debe encontrarse a menos de 1.000 metros del hogar y el tiempo de desplazamiento para la recogida no debería superar los 30 minutos.
Asequibilidad: Los servicios de agua deben ser asequibles para todos. A ningún individuo o grupo se le debe negar el acceso al agua potable porque no pueda pagarla. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sugiere que el coste del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar.
Calidad y seguridad: El agua para uso personal y doméstico debe ser segura y estar libre de microorganismos, sustancias químicas y peligros radiológicos que constituyan una amenaza para la salud de las personas. Las instalaciones de saneamiento deben ser higiénicamente seguras para su uso y evitar el contacto de personas, animales e insectos con los excrementos humanos.
Aceptación: Todas las instalaciones de agua y saneamiento deben ser culturalmente aceptables y apropiadas, y sensibles a los requisitos de género, ciclo de vida y privacidad.
LOS DESAFÍOS EN LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE RURAL
Según las estimaciones del JMP (2020), en el sector rural de Latinoamérica y el Caribe (LAC) existirían:
58 millones de personas que no tiene acceso a un servicio de agua potable segura;
33 millones de personas no tienen acceso a un saneamiento manejado de forma segura; y
7 millones aún defecan al aire libre.
"NO DEJAR ATRAS AL SECTOR RURAL" es el grán desafío de los Gobiernos de la Latinoamérica y El Caribe, para cumplir con el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento.

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FUENTE:
ACNUDH https://www.ohchr.org/
NNUU https://www.un.org/
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